Una historia de inmigrantes y mujeres empresarias. EN MERCEDES
La historia de la distribuidora Ludmarc es una de las tantas que forjaron los inmigrantes en nuestro país. El bisabuelo de Natalia Facciolo, cofundadora y gerenta de la empresa, llegó desde Italia y se puso a labrar la tierra y producir verduras. Luego llegaron la verdulería, el reparto de bebidas, el autoservicio y tres reconocidos supermercados en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires
Cuando la cuarta generación familiar tomó la posta en 2007, decidieron que era el momento de expandirse. Así crearon una distribuidora de alimentos mayorista y un exitoso punto de venta minorista online con envíos a todo el país.
Cuenta también con una panificadora propia que abastece a comercios de Mercedes y alrededores, a comedores de empresas, geriátricos y otras instituciones.
Con una facturación de $ 36 millones en 2020, hoy la empresa apunta a fortalecer su canal de ventas B2B en todo el país, que incluye a importantes instituciones como el Hospital Posadas, sedes de Gendarmería Nacional y a varias empresas.
"Queremos crecer en el segmento empresario, sobre todo en el sector de panificados, donde somos productores y podemos adaptar nuestra producción a la necesidad de las empresas. Con la nueva ley de góndolas podemos tener la oportunidad de superar las fronteras de nuestra provincia", señaló la empresaria.
EMPODERAMIENTO
Facciolo tiene 37 años, casada y madre de dos hijas, estudió Relaciones Públicas e Institucionales en UADE y es master en Gestión de Empresas por la UNLu. Además es vicepresidenta de Mujeres FEBA (la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires) y participa en diferentes grupos de mujeres empresarias.
Este posicionamiento llevó a Ludmarc a formar parte de las empresas argentinas adheridas al convenio de los "Principios de Empoderamiento de la Mujer" de ONU mujeres, por el que asume el compromiso de promover la equidad de género dentro de la empresa.
La empresaria creo, también, en 2019 la subcomisión de Mujeres Empresarias de la Cámara Económica Mercedina, desde donde realiza trabajos de capacitación a mujeres para llevar sus pymes y emprendimientos a un nuevo nivel.